Buscar este blog

Powered By Blogger

29 de marzo de 2010

Juan: No te llamo mío, porque entiendo que tú nunca lo has sido, y, si un día me ilusione con este pensamiento, ahora he sido cruelmente castigada. A pesar de todo te llamo mio: mi seductor, mi embaucador, mi enemigo, mi asesino, origen de mi desventura, tumba de mi dicha, abismo de mi desdicha. Te llamo mio y me digo tuya, y si estas palabras un tiempo halagaban tu orgullo postrado en adoración ante mi, suenan hoy como una maldición contra ti, una maldición por toda la eternidad. !No te regocijes con el pensamiento de que yo tenga la intención de perseguirte o de armar mi mano con un puñal, y así merecer tu escarnio! Donde quiera que que vayas, seguiré siendo tuya. Vete a los confines del mundo, seguiré siendo tuya. Aunque ames a mil mujeres, seguiré siendo tuya. Las mismas palabras que utilizo contra ti te demuestran que soy tuya. Tu te has atrevido a engañar a una criatura hasta el extremo de que eras todo para ella, hasta el extremo de que no habría deseado otra alegría distinta a ser tu esclava. Yo soy tuya, tuya, tuya, tu maldición. "Diario de un seductor" Soeren Kierkegaard

No hay comentarios: